Guión: Jean-David Morvan
Dibujo: Philippe Buchet
Color: Philippe Buchet
Género: Ciencia ficción
Género: Ciencia ficción
Año de publicación original: 2013
Editorial: Delcourt
ISBN: 978-2-7560-3262-7
Precedido por: Sillage 15. Chasse gardée | Estela 15. Coto vedado
Saga: Estela (Sillage)
48 páginas
Color
Sinopsis
["Kah-Sammhella, nuestro hermano encargado de los disidentes del supradirectorio, se enfrentó a ti... ¡y tu asesino lo venció, es la ley del combate, y nosotros, guerreros, la respetamos más que ninguna otra! ¡¡Pero que oses poner en marcha una cacería mortal contra nosotros!! ¡¡No podemos tolerarlo!!"]
Sinopsis
Nävis tiene cuentas pendientes que resolver con Enshu Atsukau. Cuando por fin consigue la llave que le dará las respuestas que busca, los habitantes de Estela entran en un extraño estado de inconsciencia y el convoy cambia bruscamente de dirección... ¡hacia un agujero negro! Todo esto es obra de tres Yiarhu-Kah, que quieren sacar a Atsukau y su "ejecutor" de su escondite y vengar la muerte de sus hermanos caídos..."Kah-Sammhella, notre frère en mission pour les dissidents du supradirectoire, s'en est pris à toi... et ton tueur l'a vaincu, c'est la loi du combat, et nous, guerriers, la respectons plus que toute autre! Mais que tu oses lancer une traque à mort contre nous!! Nous ne pouvons le tolérer!!"
["Kah-Sammhella, nuestro hermano encargado de los disidentes del supradirectorio, se enfrentó a ti... ¡y tu asesino lo venció, es la ley del combate, y nosotros, guerreros, la respetamos más que ninguna otra! ¡¡Pero que oses poner en marcha una cacería mortal contra nosotros!! ¡¡No podemos tolerarlo!!"]
¡Y llegaron los 18! Para celebrar mi mayoría de edad, y como viene siendo costumbre desde hace años, mi familia (a quien le estoy muy agradecido) me regaló el nuevo cómic de Estela (originalmente, Sillage) que había salido en Francia. Todo esto ocurrió el año pasado, por lo que ya hace tiempo que lo leí. Tenía muchas ganas de dar mi opinión sobre él, pero he estado bastante ocupado y no he tenido todo el tiempo que hubiera querido. Y, ahora... ¡ha llegado el momento! ¿Qué ocurre tras la impactante revelación que tiene lugar en Chasse gardée/Coto vedado?
¡Os aviso que, si no habéis leído los cómics anteriores, la siguiente imagen es un spoiler! Pero bueno, es tan spoiler como la portada de este cómic, así que...
¿¡No es lo suficientemente completo!? ¡Cómic, cofrecito y póster! |
Como veis, fue un regalo estupendo, ya que la edición con la que se hicieron incluía un cofre con capacidad de cuatro álbumes del formato de los Sillage, para guardarlos, y un póster de Estela (y otro de una serie diferente por el otro lado) de lo más chulo, con los trajes que sus protagonistas llevan en este cómic. De fondo, las naves más características que han aparecido en estas historias. ¡Debería enmarcarlo y colgarlo en mi habitación!
Llevábamos unos cuantos álbumes metidos en un arco argumental que debía llegar a su fin: ¿quién es ese otro ser humano que hay en Estela? Mientras se resolvían algunos conflictos, aparecía este otro... junto a unos pocos más. La portada de Liés par le sang ya da algunas indicaciones: el humano moribundo entre los brazos de Nävis y, al fondo, un agujero negro. ¡¿En qué circunstancias se encuentran para que estén en esa situación?!
Philippe Buchet continúa realizando un sobresaliente trabajo con las ilustraciones de la serie: trazos finos y firmes, personajes dibujados con precisión y numerosos detalles (tanto por su aspecto como por los complementos que llevan encima), así como los vehículos e infraestructuras, y escenarios impresionantes. En el caso de los interiores, no les falta decoración; eso sí, a excepción de los que tienen carencia de ella, en cuyo caso tenemos un fondo del color de la pared de la sala o habitáculo en la que se encuentren los personajes. Curiosamente, tengo la sensación de que este es uno de los álbumes en el que más ocurre esto (que tampoco es mucho, pero tenía que indicarlo). Durante la batalla en el hexaedro del Consejo de la Constituyente, ocurre algo intermedio: los personajes principales aparecen en primerísimo, detallado y excelente plano de siempre, los detalles aparecen de un color más tenue, hacia el fondo, y el fondo sí que aparece más difuminado.
En cuanto a los exteriores, también son impresionantes, especialmente en la biosfera de Nävis y en el espacio exterior (cuando lo leáis, entenderéis por qué...). Las escenas de combate están muy bien hechas, encajan a la perfección con el ritmo frenético que tiene este álbum. Porque, si en Liquidation Totale/Liquidación total había una espectacular confrontación a muerte, aquí las hay desde varias bandas.
En cuanto al guion, Jean-David Morvan nos ofrece una de las historias con más repercursiones futuras de todos los Estela: al principio, parece que vayamos a tener una historia más, no especiamente decisiva; sin embargo un extraño fenómeno que viene acompañado del cambio de rumbo del convoy inicia una carrera contrarreloj por salvar a sus amigos, en el caso de Nävis, y un combate a muerte, en el caso del «ejecutor» de Atsukau. Por supuesto, nuestra joven humana también se enfrenta a unos cuantos peligros durante el camino, y la cosa no queda ahí...
Me llamó la atención que, para ser un cómic con tanta acción, también tiene bastante texto. Una de las cosas por las que me gusta Estela es que siempre son así, pero aquí se nota más porque hay mucho, mucho movimiento. Además, las divertidas referencias a otras aventuras de Liquidation totale se completan con la mención a otro viejo amigo y la visión de algnas naves.
Este álbum regala algunas escenas decisivas para el devenir de los acontecimientos, y están muy bien conseguidas, en parte, gracias al dibujo de Buchet (en la página 30 hay un momentazo increíble, y no es una impactante revelación... pero es un momentazo). Hay muy buenos contrastes entre la carrera de Nävis por regresar a su biosfera y la preparación, más sosegada, de Atsukau y el humano para el combate que le espera a este último (que, una vez iniciado, ya no hay vuelta atrás: comienzan los esperados reencuentros y el camino hacia el desenlace se va acortando).
Por causas de fuerza mayor, los coprotagonistas y la mayoría de secundarios recurrentes no participan en gran parte de esta historia, aunque tienen su momento. Sin embargo, tenemos a la intrépida Nävis, preocupada por el destino de sus amigos y consciente de que ella es una de las pocas personas que pueden salvar al convoy del desastre y dispuesta a hacer lo necesario para ello. Además, durante el proceso toma decisiones que resultan dolorosas, tanto para ella como para quien lee...
Y, por el otro lado, está el dúo formado por dos protagonistas inusuales pero que últimamente habíamos ido viendo más y más: Enshu Atsukau y su protegido, quienes han elaborado un método para acabar con los mortíferos Yiarhu-Kah que quedan vivos. Aquí, los autores se permiten explorar algunos de los temores del cónsul (al margen de lo que ya descubrimos en Liquidation totale), un personaje hacia el que se pueden tener sentimientos... encontrados.
Quedan los tres Yiarhu-Kah, una especie que prácticamente es una máquina de masacrar biológica: su entrada en escena es magnífica (tienen un aura de «chicos malos» que me encantó, jejeje) y su intención es suprimir a aquellos que han emprendido una cruzada para acabar con ellos, o los que son demasiado peligrosos para dejar con vida. Hacer desaparecer Estela entera es un daño colateral...
El resto, tendréis que leerlo por vuestra cuenta cuando tengáis ocasión: se forman equipos que no nos habríamos atrevido a imaginar, al emocionante argumento no le abandona el ritmo frenético y, además, muchas emociones nos pueden embargar al final.
En conclusión, Liés par le sang es un cómic muy emocionante, tal vez más centrado en la acción que otros, pero con la cantidad de texto que lo «compensa» y las explicaciones pertinentes. ¿Se resuelven todas las incógnitas de la serie? Oh, no, algo tenía que quedar. Pero las cosas quedan de manera que tengamos ganas de leer el tomo 17, Grands Froids, y ver cómo evoluciona Estela. ¡Aún tenemos Nävis para rato! Y compañía...
¡Poukram!
Philippe Buchet continúa realizando un sobresaliente trabajo con las ilustraciones de la serie: trazos finos y firmes, personajes dibujados con precisión y numerosos detalles (tanto por su aspecto como por los complementos que llevan encima), así como los vehículos e infraestructuras, y escenarios impresionantes. En el caso de los interiores, no les falta decoración; eso sí, a excepción de los que tienen carencia de ella, en cuyo caso tenemos un fondo del color de la pared de la sala o habitáculo en la que se encuentren los personajes. Curiosamente, tengo la sensación de que este es uno de los álbumes en el que más ocurre esto (que tampoco es mucho, pero tenía que indicarlo). Durante la batalla en el hexaedro del Consejo de la Constituyente, ocurre algo intermedio: los personajes principales aparecen en primerísimo, detallado y excelente plano de siempre, los detalles aparecen de un color más tenue, hacia el fondo, y el fondo sí que aparece más difuminado.
En cuanto a los exteriores, también son impresionantes, especialmente en la biosfera de Nävis y en el espacio exterior (cuando lo leáis, entenderéis por qué...). Las escenas de combate están muy bien hechas, encajan a la perfección con el ritmo frenético que tiene este álbum. Porque, si en Liquidation Totale/Liquidación total había una espectacular confrontación a muerte, aquí las hay desde varias bandas.
En cuanto al guion, Jean-David Morvan nos ofrece una de las historias con más repercursiones futuras de todos los Estela: al principio, parece que vayamos a tener una historia más, no especiamente decisiva; sin embargo un extraño fenómeno que viene acompañado del cambio de rumbo del convoy inicia una carrera contrarreloj por salvar a sus amigos, en el caso de Nävis, y un combate a muerte, en el caso del «ejecutor» de Atsukau. Por supuesto, nuestra joven humana también se enfrenta a unos cuantos peligros durante el camino, y la cosa no queda ahí...
Me llamó la atención que, para ser un cómic con tanta acción, también tiene bastante texto. Una de las cosas por las que me gusta Estela es que siempre son así, pero aquí se nota más porque hay mucho, mucho movimiento. Además, las divertidas referencias a otras aventuras de Liquidation totale se completan con la mención a otro viejo amigo y la visión de algnas naves.
Este álbum regala algunas escenas decisivas para el devenir de los acontecimientos, y están muy bien conseguidas, en parte, gracias al dibujo de Buchet (en la página 30 hay un momentazo increíble, y no es una impactante revelación... pero es un momentazo). Hay muy buenos contrastes entre la carrera de Nävis por regresar a su biosfera y la preparación, más sosegada, de Atsukau y el humano para el combate que le espera a este último (que, una vez iniciado, ya no hay vuelta atrás: comienzan los esperados reencuentros y el camino hacia el desenlace se va acortando).
Por causas de fuerza mayor, los coprotagonistas y la mayoría de secundarios recurrentes no participan en gran parte de esta historia, aunque tienen su momento. Sin embargo, tenemos a la intrépida Nävis, preocupada por el destino de sus amigos y consciente de que ella es una de las pocas personas que pueden salvar al convoy del desastre y dispuesta a hacer lo necesario para ello. Además, durante el proceso toma decisiones que resultan dolorosas, tanto para ella como para quien lee...
Y, por el otro lado, está el dúo formado por dos protagonistas inusuales pero que últimamente habíamos ido viendo más y más: Enshu Atsukau y su protegido, quienes han elaborado un método para acabar con los mortíferos Yiarhu-Kah que quedan vivos. Aquí, los autores se permiten explorar algunos de los temores del cónsul (al margen de lo que ya descubrimos en Liquidation totale), un personaje hacia el que se pueden tener sentimientos... encontrados.
Quedan los tres Yiarhu-Kah, una especie que prácticamente es una máquina de masacrar biológica: su entrada en escena es magnífica (tienen un aura de «chicos malos» que me encantó, jejeje) y su intención es suprimir a aquellos que han emprendido una cruzada para acabar con ellos, o los que son demasiado peligrosos para dejar con vida. Hacer desaparecer Estela entera es un daño colateral...
El resto, tendréis que leerlo por vuestra cuenta cuando tengáis ocasión: se forman equipos que no nos habríamos atrevido a imaginar, al emocionante argumento no le abandona el ritmo frenético y, además, muchas emociones nos pueden embargar al final.
En conclusión, Liés par le sang es un cómic muy emocionante, tal vez más centrado en la acción que otros, pero con la cantidad de texto que lo «compensa» y las explicaciones pertinentes. ¿Se resuelven todas las incógnitas de la serie? Oh, no, algo tenía que quedar. Pero las cosas quedan de manera que tengamos ganas de leer el tomo 17, Grands Froids, y ver cómo evoluciona Estela. ¡Aún tenemos Nävis para rato! Y compañía...
¡Poukram!