Título: Las puertas de la Casa de la Muerte
Título original: Deadhouse Gates
Autor: Steven Erikson
Género: Fantasía
Año de publicación original: 2000
Fecha de esta edición: 2010
Editorial: La Factoría de Ideas
ISBN: 978-84-9800-587-5
Precedido por: Los jardines de la Luna
Sucedido por: Memorias del hielo
Saga: Malaz | Malaz: El libro de los caídos
Sucedido por: Memorias del hielo
Saga: Malaz | Malaz: El libro de los caídos
634 páginas
Sinopsis de la contracubierta
En el desierto de Raraku, Sha’ik, la vidente y sus seguidores se preparan para el levantamiento profetizado largo tiempo atrás, “El Torbellino”. Esclavizada en las minas de otataral, Felisin, la más joven de la deshonrada Casa Paran, sueña con la libertad y jura vengarse, mientras que los Abrasapuentes proscritos Violín y Kalam conspiran para liberar al mundo de la emperatriz Lassen (aunque la voluntad de los dioses, como siempre, parece ser otra). Y al tiempo, dos antiguos guerreros cargados con un secreto devastador penetran en esta tierra asolada, un comandante del Séptimo Ejército de Malaz, lidera sus agotadas tropas en una última y audaz carrera para salvar las vidas de treinta mil refugiados.
"Un hombre llega por fin a un punto en el que todo recuerdo es inoportuno"
El año pasado no os di mi opinión sobre Los jardines de la luna, el inicio de parte de una extensa saga de fantasía escrita por Steven Erikson (Malaz: El libro de los caídos) que se complementa con los volúmenes elaborados por Ian C. Esslemont (Malaz: El imperio). Voy a introduciros mi opinión sobre Las puertas de la Casa de la Muerte hablándoos primero del tomo anterior, por el que deberíais haber comenzado.
Los jardines de la luna estaba bien: presentaba un mundo extenso, multitud de culturas, varios conflictos... y, además, pese a que unas cuantas críticas hacen hincapié en que, para algunos, podría ser difícil introducirse a la acción, ya que no se sitúa mucho al lector en contexto, a mí no me resultó complicado, por lo que no me supuso ningún problema. Sin embargo, pese a que lo leí y no me dejó mala impresión, tampoco me cautivó lo suficiente como para dedicarle una entrada (cosa que, como sospecharéis, no se ha repetido aquí; ¡no adelantemos acontecimientos!); de hecho, me puse a leer su continuación porque había comprado el volumen en una feria del libro de ocasión, y quería emplearlo como lectura de relleno para descansar, que no llegaría a valorar. Afortunadamente, ¡estaba muy equivocado!
Intento redimirme ahora, haciendo un breve comentario de este otro libro |
Como decía, el primer tomo de Malaz: El libro de los caídos me entretuvo, pero no todo lo que hacía falta para que me enganchara. Tenía personajes curiosos y memorables (¿cómo olvidar a los Abrasapuentes?), pero me costaba empatizar con ellos. Además, creo que se pasaba en un aspecto: cuando ocurría algo fantástico, extraordinario y magnífico, ocurría una cosa más fantástica y aún más extraordinaria para ponerle remedio; y así. Al menos, esa fue la sensación que me dejó ese libro, y no me terminó de cuajar.
Es muy posible que eso último se haya repetido, en cierta medida, en Las puertas de la Casa de la Muerte; sin embargo, no me ha resultado tan increíble como me sucedió en la novela anterior, sino que me ha parecido bastante acorde con el potencial del mundo que nos ofrece Erikson en esta saga. El caso es que no solo no me ha chirriado, sino que me ha gustado y he disfrutado muchísimo con el volumen; por eso ¡y por muchas cosas más que ahora os iré contando!