Título: La Tierra en llamas - La Primera Guerra Fórmica: Volumen II
Título original: Earth Afire
Autores: Orson Scott Card y Aaron Johnston
Género: Ciencia-ficción
Año de publicación original: 2013
Fecha de esta edición: 2014
Editorial: Ediciones B
ISBN: 978-84-666-5521-7
488 páginas
Sinopsis de la contracubierta
Cien años antes de que Ender naciera, una raza extraterrestre llegó a la Tierra armada con fuego y muerte. Después del ataque que sufre la nave minera Cavadora, Victor Delgado escapa y se une al Oficial del Estado Imala para alertar a los científicos de la Tierra de la peligrosidad de los hostiles insectos llamados fórmicos. Mientras los diplomáticos buscan una solución pacífica, Lem Jukes, hijo del magnate Ukko Jukes, planea un ataque que supone un desafío en toda regla a su padre.
Con este telón de fondo, y una horda invasora planeando a través de la llanura china, sobre campos devastados, será el sublime y heroico Mazer Rackham, un oficial de operaciones maorí, quien luche para convertir a su tropa en una fuerza capaz de preservar la Tierra en la que será su primera guerra interestelar.
"Esta no es tu lucha. Es mi lucha también. No he perdido a mi familia, cierto, pero si los fórmicos no se detienen, los perderé. Lo perderé todo. Y no voy a quedarme de brazos cruzados sin hacer nada cuando hay una guerra en la que puedo contribuir. Tú has perdido tu hogar, Vico, pero yo estoy perdiendo el mío mientras estamos aquí hablando. Ahora mismo la Tierra está ardiendo, y eso me da tanto derecho como el que tú tienes"
Supongo que ya me tenéis por un gran aficionado a la
Saga de Ender. El año pasado ya mostré mi alegría por el lanzamiento de
La Tierra desprevenida, una novela que, en vez de suceder a las publicadas anteriormente, precedía al legendario
El juego de Ender... y situaba al lector un siglo antes de los acontencimientos de esa novela. No durante la llamada "Segunda Invasión" (que, presumiblemente, leeremos sobre ella en una segunda trilogía confirmada llamada Segunda Guerra Fórmica formada por las novelas
The Swarm —El enjambre
—,
The Hives —Las colmenas
— y
The Queens —Las Reinas
—), en la que Mazer Rackham realizó su legendaria y heroica maniobra, sino todavía antes, en el primer contacto con los insectores (llamados oficialmente fórmicos). Algunos podrían pensar que es una manera de sacar dinero de una saga rentable; pero, si me ofrecen un producto de calidad, con una buena historia y personajes memorables, a mí no me importa seguir leyendo lo que me tengan que ofrecer. Y lo que está ofreciendo la
Primera Guerra Fórmica es bueno. ¡Comenzamos!
Ha sido entrañable volver a encontrarme con una presentación de Miquel Barceló (¡extraño es que no aparezcan sus comentarios en el inicio de una novela de esta saga!): en ella, pone al lector al día de la situación de la saga, ofrece unas cuantas anécdotas interesantes y, esta vez, se centra más en hechos recientes como la película de El juego de Ender que se estrenó el año pasado o los libros de la Primera Guerra Fórmica (de hecho, menciona la última parte de la trilogía, Earth Awakens, con un título en castellano: La Tierra despierta). Además, las erratas no han supuesto ningún problema en esta edición, apenas hay alguna.
La novela precedente era una cuenta atrás para evitar la llegada de una misteriosa, imparable y letal nave alienígena a la Tierra, y prevenir como fuera al planeta madre. Aquí, el problema es la reacción contra la amenaza, y las acciones que ocurren a continuación. Que nunca son como uno desearía...
Me alegra comprobar que mis predicciones, al final de la entrada sobre la anterior novela, no iban desencaminadas:
"La verdad es que me ha gustado que, hacia el final de la novela, se introduzcan nuevas caras que a buen seguro tendrán un protagonismo mucho mayor (o, al menos, durante más tiempo) en la continuación de esta novela, Earth Afire; promete cambios interesantes".
Efectivamente, así ha sido. Las caras que se introdujeron han tenido un peso mucho mayor en La Tierra en llamas, y no en vano. Pero prefiero ir por partes, y lo primero es el argumento. Aunque podéis haceros una idea sobre lo que ocurre si habéis leído otras novelas de esta saga, es mejor que os saltéis este párrafo si aún no os habéis hecho con La Tierra desprevenida (o que corráis a leer ese libro, volváis y sigáis con mi reseña, jejeje).
El vídeo con fórmicos que transportó durante 9 meses Víctor Delgado ha comenzado a circular por la red gracias a la inestimable ayuda de la Oficial del Estado Imala, pero hay un problema: poca gente cree que sea real. El asunto aún es más grave si se piensa que, mientras en el planeta tiene lugar esta pasividad, la nave alienígena avanza con rumbo fijo al encuentro de la humanidad, eliminando todos los obstáculos que se ponen en su camino. Mientras tanto, en China, Bingwen (un niño especialmente inteligente) intenta prevenir sobre los peligros que acechan en el espacio y que no piensan detener su encuentro con la especie humana, aunque no tiene mucho éxito. Y, ahora sí, ¡Mazer Rackham es destinado con su equipo al anterior país asiático para entrenar a los soldados chinos en el manejo de unos vehículos militares de cuya conducción son expertos! Una misión, en principio, sencilla y carente de grandes riesgos...
El narrador, en pasado y tercera persona, inicia la novela con la introducción de un personaje completamente nuevo: Bingwen, un niño de 8 años que no hace falta conocer mucho para suponer que es superdotado, aunque no se lo toman muy en serio cuando advierte de la amenaza alienígena. Tampoco se encuentra en una situación envidiable: vive en una aldea en la que es terriblemente difícil acceder a la escolarización y, además, si habéis leído otros libros de la saga (y si no, ya os aviso), sospecharéis que no es casualidad que una parte importante de los hechos de La Tierra en llamas tengan lugar en China...
La historia de Víctor también conduce parte importante de la trama, esta vez, acompañado de Imala. La joven hace lo posible por que este pueda dar su testimonio sobre los terribles hechos que tuvieron lugar en el espacio y advertir a la humanidad lo que se le viene encima, y ello puede conseguirse recurriendo a una desagradable esperanza: contar con la ayuda de Ukko Jukes, pero para esto hay que captar su interés.
La gran alegría nos la llevamos con la incorporación entre los protagonistas de un archiconocidísimo personaje que, en el relato anterior, hacía poco más que una aparición estelar: ¡Mazer Rackham! Como ya he dicho, el soldado neozelandés es destinado a China junto a su equipo para entrenar a los militares de allí en el manejo de unos nuevos vehículos de guerra. Sin embargo, la situación le obligará a desobedecer algunas normas, mientras el lector tiene acceso a él como nunca lo ha tenido y va descubriendo el gran personaje que es. Es estupendo poder conocerlo de cerca y descubrir sus relaciones, sus circuntancias personales, su manera de actuar...
Estos son los personajes que llevan la voz cantante, pero también destacan, aunque en menor medida, Lem Jukes, que hace lo posible por ganarse la autoridad de su nave y regresar a la Tierra para advertirla; y Rena, madre de Víctor, con la que vemos cómo subsisten las madres y niños de la Cavadora. El lector percibirá enseguida la ausencia de algún que otro personaje, pero será mejor que siga leyendo la novela para ver qué ha sido de todos.
Es divertido ver cómo se cruzan las vidas de unos y otros, y cómo forman equipo; resulta de lo más interesante, además de funcionar bien, especialmente en algunos.
Lo que no es tan divertido, porque refleja (y critica) lo que podría ocurrir en caso de una invasión alienígena, es la tranquilidad con la que los gobiernos se toman la amenaza espacial, la manera en que se bloquean unos a otros, la pasividad e incompetencia con la que conducen estos asuntos, cómo se preocupan más por su «orgullo nacional» que por las necesidades de su población... Por suerte, también hay gente razonable que sabe que es necesario tomar decisiones inmediatas y pasar a la acción.
Además de estas reflexiones, incorporadas en la interesante y amena trama, la historia de La Tierra en llamas incluye emocionantes escenas de acción y aventuras. La sociedad futura que se muestra es creíble, y se pueden reconocer elementos que se usan hoy en día y que tienen grandes repercusiones (como las redes sociales). La forma de actuar de los fórmicos, que nos llena de incertidumbre a ratos, y de horror en otros momentos, nos hace temer que pueda existir una amenaza así en algún lugar del universo, porque parece real. Para dolor de cabeza de nuestros protagonistas, incomprensiblemente real en muchos casos. ¡Es estupendo ver, por fin, a los legendarios insectores en acción, cara a cara, como nunca antes lo habíamos hecho (aunque en La Tierra desprevenida ya se dejaban ver un poco)!
Los sucesos de China era algo para lo que ya estaba prevenido, pues se mencionaba en otras novelas (futuras, en la cronología interna de la saga), y no me han decepcionado. No ha sido como esperaba, sino más espectacular (en definitiva, mejor de lo que yo había imaginado). Pero no daré detalles, será mejor si lo comprobáis por vuestra cuenta...
En conclusión,
La Tierra en llamas cuenta con una
amena historia que os situará en un futuro no tan lejano como quisiéramos, os mantendrá entretenidos con el interesante argumento y las situaciones emocionantes, y que muestra
reacciones (tristemente)
creíbles ante una amenaza alienígena. Además,
sus personajes cada vez tienen menos que envidiar a los de otras partes de esta larga saga. Especialmente,
Mazer Rackham tiene poco que enviadiarles (o, si su protagonismo mejora, nada tendrá que envidiar), y
se convierte en un personaje aún más interesante al dotarle de un detallado pasado. Ahora, verle en novelas como
El juego de Ender, el
ciclo de la Sombra o
Ender en el exilio será una experiencia todavía mejor. Además, entre los equipos que se forman para proceder contra los fórmicos (que empiezan a actuar en serio), las estrategias que se realizan contra ellos y su reacción... ¡hummm!
Una segunda parte muy recomendable de una trilogía que, por ahora, promete ser igualmente buena. Y confío en que va a ser así.
¡Saludos! :D