¡Aún sigo aquí!

Sí, aunque volví de Newcastle hace meses, no he pasado mucho por el blog... estoy teniendo una temporada bastante ajetreada, ¡pero todavía sigo aquí! Podéis encontrarme en Twitter mientras preparo contenido nuevo para el blog y publico las entradas que estaban en borradores.

¡Nos leemos!

viernes, 23 de agosto de 2013

Guerra de regalos

Título: Guerra de regalos
Título original: War of Gifts
Autor: Orson Scott Card
Género: Ciencia ficción
Año de publicación original: 2007
 Fecha de esta edición: 2009
Editorial: Ediciones B
ISBN: 978-84-666-3636-0
Precedido por: El juego de Ender (sucede al mismo tiempo)
Saga: Saga de Ender
158 páginas (95 páginas aprox. el relato)

Sinopsis de la contraportada
Tras La sombra del gigante, Card vuelve al universo de Ender con una historia navideña de la Escuela de Batalla que explora temas tan complejos como la tolerancia y la compasión, también decisivos en la formación de un líder.

Cuando Zeck Morgan, el hijo de un ministro puritano que lo ha educado en el pacifismo, resulta seleccionado para asistir a la Escuela de Batalla, todo son problemas. Por su pacifismo, Zeck se niega a participar en cualquier simulación de juegos de guerra, y sus compañeros lo aislan. Zeck denuncia que un estudiante holandés ha infringido las reglas de la Escuela de Batalla sobre las prácticas religiosas, lo que desencadena un duro enfrentamiento en torno a la libertad religiosa y la ética. Zeck acaba convertido en un paria para todos hasta que la prodigiosa capacidad de liderazgo de Ender logra reconducir la situación.
 
Una interesante novela que nos lleva de nuevo a la Escuela de Batalla, donde empezó la brillante saga de Ender. Una longeva y premiada serie que se iniciaba en 1985 con la popular novela El juego de Ender, que obtuvo los premios Hugo y Nebula.

La más reciente entrega de la serie,
Ender en el exilio, continúa, con las aventuras del mismísirno Ender Wiggin, justo tras vencer a los insectores y dejar la Escuela de Batalla. En este volumen se incluye el primer capítulo de esa esperada novela.
"Sus zapatos criando moho esperarán
sin un regalo de Sinterklaas
pues cuando un soldado no puede cruzar
la sala de batalla sin una pérdida
entonces por qué Sinterklaas equipará a un niño que no sabe volar
sino que se arrastra como un goterón de lluvia en un cristal, y no como una nave
que vuela por el espacio. Es Flip, claro está.

No era un gran poema, desde luego (...)"


¡Había perdido la esperanza de encontrar algún día este libro! Han tenido que pasar 4 años desde que fue publicado para hacerme con él, precisamente, en un lugar donde había buscado con anterioridad en numerosas ocasiones (aunque admito que, al no ser una prioridad, nunca había llegado a preguntar por él al no verlo en las estanterías). Fue una increíble casualidad y una total sorpresa ir a echar una ojeada en un conocido establecimiento de cultura y ocio de Valencia apenas una hora después de acabar mi último examen del Selectivo -conocido como PAU en estos tiempos modernos- y dar con él en el mismo lugar donde ya había mirado decenas, incluso cientos, de veces.

Una vez contada mi alegre historia habitual, me pongo a hablar de lo que realmente nos interesa: qué nos vamos a encontrar en las 158 páginas de Guerra de regalos? Primero, una completa presentación sobre el universo de Ender elaborada por Miquel Barceló, que ha escrito las introducciones de todos los libros de la saga que las tienen; segundo, la propia historia "Guerra de regalos", de apenas 100 páginas; y, por último, el primer capítulo de Ender en el exilio -conviene recordar que, cuando se publicó este libro, aún faltaba un año para que se lanzara a la venta la última novela escrita protagonizada por Ender-, acompañado por una presentación de la bibliografía del autor de la misma que encontramos en este relato.

Si tengo que quejarme de algo de la presentación de Miquel Barceló, que, por un lado, resulta muy interesante -cuenta con detalle cómo llegó Card a ser publicado por Ediciones B, ofrece un resumen bastante completo de la saga, tal y como estaban las cosas en 2009...-, por el otro es, en ocasiones, reiterativo, ya que algunas partes son idénticas a fragmentos de texto aparecidos en las presentaciones de las otras novelas, o incluso en esta misma presentación.
Sobre las páginas dedicadas a Ender en el exilio, no hace falta decir nada, simplemente es un adelanto del libro, ya que se trata del primer capítulo. Podéis encontrar mi reseña de la novela haciendo click aquí.

Sobre el contenido de Guerra de regalos... ¿qué os puedo decir? Probaré con un símil: os imagináis la alegría que produce ver el especial navideño de vuestra serie favorita? Algo así es la historia -novela corta , o como prefiráis llamarla- que nos ocupa: el capítulo especial de Navidad de El juego de Ender (hago esta comparación porque, como ya os habréis fijado, ese famoso escrito de Card es mi novela favorita).
El argumento es sencillo: Zeck Morgan es un niño con aptitudes pero educado en el pacifismo. De esta manera, es seleccionado para entrenarse en la Escuela de Batalla, donde se negará a realizar actividades belicosas. Esto no lo ayudará a la hora de ganarse la amistad -o, al menos, camaradería- de sus compañeros, y menos aún cuando denuncie el incumplimiento de la norma referida a las prácticas religiosas, suceso iniciado de manera inocente y que derivará en una auténtica guerra... de regalos.

Jamás imaginé que, en menos de un año, fuera a visitar tantas veces la legendaria Escuela de Batalla. Y, en estas condiciones, es una auténtica alegría volver a hacerlo.
No esperéis la mejor novela de Ender, porque Guerra de regalos ni siquiera es una novela. Más bien, es un pequeño guiño a los fans y un ligero aperitivo para quienes se quedaron con ganas de ver en El juego de Ender conflictos tratados tan a fondo como en el ciclo de la Sombra; los fans lo paladearán con gusto y me atrevería a de ir que también disfrutarán los que no lo sean.
El narrador no varía, relata los hechos en pasado y tercera persona. Sin embargo, esta vez se centra más en los personajes Dink Meeker y Zeck Morgan (todo lo que se puede centrar en un relato de esta extensión; nos deja internarnos en sus pensamientos, la gente se alegrará de conocer mejor a Dink y se aproximará con cautela al nuevo personaje), dejando a Ender en un segundo plano similar al de La sombra de Ender (aunque podría decirse que incluso aquí tiene un protagonismo mayor, puesto que un capítulo está contado desde su punto de vista, aunque sin la cercanía de las novelas originales: en Guerra de regalos el narrador vuelve a referirse a él, desde cierta distancia, como Wiggin). Cabe destacar la inclusión de Peter en un solo capítulo, el cual muestra la triste situación familiar sin Ender, además, en unas fechas tan entrañables como la Navidad.
Los hechos de esta historia se sitúan en un momento de El juego de Ender en el que sus personajes principales no llegan a susperar la década, y el futuro archiconocido estratega forma parte de la Escuadra Rata. Una pequeña muestra de afecto en las fechas de la festividad terrestre deriva en un grave conflicto de credos, ética, nacionalidad... así, se aprovecha para tratar temas que no se habían llegado a tocar en la novela original y que siguen la línea del Card-enderiano más moderno, "actualizando" El juego de Ender y viendo problemas que no se habían visto en ese libro pero que, de todas formas, estaban ahí, como se podía suponer, cada vez con más fuerza, tras leer las novelas del ciclo de la Sombra. Al mismo tiempo, se muestra la marginación a la que se somete alguien que desearía estar en cualquier parte menos en ese sitio -son especialmente crueles con Zeck, la manera en que lo aíslan...-.
Resulta divertido que, al igual que Graff  "descubrió" a Ender y Dap se ocupó de Bean, aquí aparezcan dos nuevos personajes para llevar a Zeck a la Escuela de Batalla, los cuales tienen su pequeña cuota de protagonismo: el capitán Bridegan y Agnes O'Toole (¿guardará algún parentesco con Wit O'Toole, co-protagonista, cien años antes, de La Tierra desprevenida?).

En conclusión, Guerra de regalos es un bonito complemento para esta saga, un entrañable capítulo extra para El juego de Ender (al tiempo que lo completa gracias a tratar otros temas que no fueron profundizados en la misma). Por supuesto, pierde gracia si no se es seguidor habitual de la saga o, al menos, se han leído unos cuantos títulos; en mi caso, he vuelto por breves momentos a la Escuela de Batalla, puesto que no es una historia larga y en menos de una tarde puede acabarse, pero dura el tiempo suficiente para revivir nostálgicos momentos pasados y ver al pequeño Ender ingeniándoselas una vez más para arreglar y pacificar la situación.

A la próxima, volveré a la Escuela de Batalla gracias a la película de El juego de Ender, que estrenarán en noviembre... ¡tanto tiempo esperando a que llegara este momento...!

¡Saludos! ;)

viernes, 9 de agosto de 2013

Los chicos que cayeron en la trampa

Título: Los chicos que cayeron en la trampa
Título original: Fasandræberne
Autor: Jussi Adler-Olsen
Género: Policíaco
Año de publicación original: 2008
 Fecha de esta edición: 2012
Editorial: EMBOLSILLO
ISBN: 978-84-15140-60-3
463 páginas (+ primer capítulo del siguiente libro)

Sinopsis de la contraportada
Finales de los años noventa. La policía danesa encuentra en una casa de veraneo los cadáveres de dos hermanos que han sido brutalmente asesinados. Las sospechas recaen sobre unos jóvenes de buena familia, conocidos por su afición a la violencia. Tiempo después, uno de ellos se entrega y confiesa el crimen. Sin embargo, veinte años más tarde, los archivos del caso aparecen en el despacho de Carl Mørck. La investigación llevará al subcomisario de policía y a su equipo, formado por su asistente, en sagaz Assad, y Rose, la nueva y excéntrica secretaria, a adentrarse en las más altas esferas de la sociedad de Copenhague. ¿Qué oscuros secretos esconde el círculo de amigos?
"Corre, corre, sin caerte. Si me caigo no volveré a levantarme"

La mujer que arañaba las paredes, dejando de lado lo trágico y cruel que era, me dejó muy buen sabor de boca; era una novela policíaca interesante y, además, de Dinamarca, país del que no había leído ningún libro hasta que tuve entre mis manos esa obra de Jussi Adler-Olsen. Poco más de un año después he podido leer el segundo caso del Departamento Q, formado por Carl Mørck y Assad, encargado de resolver viejos casos. Aunque no me ha gustado tanto como lo hizo la primera aventura, es cierto que Los chicos que cayeron en la trampa es una historia que se deja leer. Comenzamos...

Misteriosamente, los archivos de un caso cerrado llegan al despacho del Departamento Q. Intrigados, los protagonistas investigan un poco sobre el suceso en el que dos hermanos perdieron la vida y un hombrefue condenado, al tiempo que tratan de descubrir quién está interesado en que se reabra el caso... y quién quiere que permaneca cerrado.

El narrador, en 3ª persona y tiempo pasado, nos hace ver esta historia desde muchos puntos de vista; no solo el de Carl, sino también desde el de otros implicados, equilibrando el protagonismo. Sin embargo, esto disminuye la sorpresa de descubrir quién asesinó a los jóvenes anteriormente mencionados, ya que nos hace imaginarnos casi de inmediato quién o quiénes son, sin apenas dejar lugar a dudas, los culpables. Aun así, es una historia entretenida con unos personajes carismáticos (cuyo proceder es, en más de una ocasión, peculiar), lo cual hace que el lector siga pasando páginas a pesar de que ya sepa más o menos quién puede estar detrás de todo. Otra de las razones para seguir adelante puede ser las ganas de conocer el pasado, todo lo que ocurrió, con claridad, en su totalidad.

La partes centradas en Carl están contadas desde su punto de vista, por lo que no falta en algún que otro momento el uso de lenguaje soez al utilizar su manera de expresarse. Esas mismas partes son las que cargan con, además, más crítica social.
Su infatigable compañero de aventuras Assad muestra un comportamiento sorprendente en ocasiones, y se introduce la secretaria Rose, con la que Mørck trata con dificultad.
Las otras partes nos enseñan personajes que se mueven entre la locura y las situaciones desesperadas, y denuncian los abusos que pueden cometer las "altas esferas" (la denuncia se produce en la parte en sí; no la hacen precisamente los personajes en los que recae el peso en estos fragmentos, precisamente...).

En conclusión, Los chicos que cayeron en la trampa es una lectura entretenida pero que, pese a que está bien, la he encontrado bastante más descafeinada que la impactante La mujer que arañaba las paredes, que me gustó con diferencia. De todas formas, como ya he dicho, este libro se deja leer, incluye un breve viaje del protagonista a España, y es necesario para continuar con la saga. El siguiente número es El mensaje que llegó en una botella; según dicen, es el mejor libro del Departamento Q por ahora. Tendré que comprobar si es cierto, jejeje...

¡Saludos! ;)
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