Adiós a la Tierra es la última antología inédita de la ciencia-ficción de Isaac Asimov, una obra que aglutina todos aquellos relatos originales que nunca antes se habían publicado en forma de libro.
Adiós a la Tierra representa el último y mayor logro de los cincuenta años de carrera de este genio que trasciende las barreras del género, un autor de fama internacional que sentó las bases del campo de la literatura de ciencia-ficción no sólo para quienes la practican sino también para sus millones de lectores y el mundo en general. El carácter de los cuentos contenidos aquí abarca desde lo cómico a lo filosófico, pues Asimov estuvo enfrascado hasta el fin de sus días en la tarea de redefinir y expandir los límites de la literatura que amaba y, más aún, que contribuyó a crear.
En el corazón de esta antología extraordinaria se encuentra el relato ganador del premio Hugo "Oro", un conmovedor y revelador drama en torno a un escritor que lo arriesga todo por la posibilidad de alcanzar la inmortalidad, la misma apuesta que hizo el propio Asimov. Y que ganó.
Soy consciente de que he tardado bastante en publicar la reseña, pero eso no me ha hecho olvidar lo que sentí con ella. Es bonito volver a hablar de Asimov...
La primera de ellas, escrita en pasado y primera persona, se llama Cal, como el robot protagonista del relato. Tengo que decir que es una de mis favoritas de esta recopilación, y trata sobre un androide que está a las órdenes de un escritor. Un día, decide imitar a su amo y este, interesado, empieza a fomentar la creatividad de Cal. Poco a poco, la narración va cambiando, así como las historias que escribe. Me pareció un relato muy ameno y divertido, que jugaba con las propias ideas de Asimov. Además, uno no puede evitar sentirse identificado con alguno de los deseos de Cal...
De izquierda a derecha es un brevísimo relato de corte humorístico. Algo así podría decir de Frustración, que contrapone, por explicarlo de algún modo, las capacidades de máquinas y humanos, y no para bien, tal y como se plantea.
Alucinación es un relato algo más largo, en el que su joven protagonista, un estudiante, ha sido asignado a un lugar que no le apasiona especialmente. Es un mundo aparentemente inofensivo, pero... no es un secreto que más de uno ha sufrido extrañas alucinaciones en él. Intrigante y entretenido.
La inestabilidad toca los viajes en el tiempo de manera breve, pero con un interesante desenlace. Alexander el Dios, por otra parte, trata sobre un joven con una gran habilidad para el manejo de los ordenadores. Con su computadora se propone poseer el mundo previendo, por ejemplo, ciclos que ya ha atravesado. Esto desemboca en un buen final, con una pizca de humor asimoviano.
En cuanto a En el Cañón, presenta una narración epistolar sobre unas obras en una ciudad de Marte y planes futuros...
Adiós a la Tierra, escrito en pasado y primera persona, es un mensaje de advertencia de un habitante de una colonia espacial. Es corto, pero eso no impide que cuente con un final que invita a la reflexión. En Himno de batalla, se trata de convencer a los habitantes de Marte para que acepten que se experimente con el vuelo hiperespacial por su territorio, melodías pegadizas incluidas. El desenlace incluye un reto para el lector y una divertida conclusión.
Poco puedo decir de Feghoot y los tribunales, pues es brevísimo. Intolerancia a las faltas ocupa más espacio, y cuenta desde la primera persona de un prolífico escritor cómo este empieza a utilizar un nuevo procesador de textos, pues ha decidido modernizarse. La máquina se amolda a su estilo, desde luego. Quizá demasiado... Un relato con un final divertido y que, de nuevo, hace referencia a la labor de los escritores.
El hermanito está escrito en pasado y primera persona, a modo de narración hecha por parte del padre protagonista. Este personaje explica cómo su mujer y él compraron un robot para que hiciera compañía a su hijo. Me pareció un relato que sabe atrapar y cuenta con un buen final que justifica que esté teniendo lugar este tipo de narración, pero querría manifestar algo. Por una parte, tal y como se perfila el narrador, se percibe que no es el mejor ejemplo a seguir, y forma parte del juego de la historia. No obstante, por otro lado, dada la escasa visibilidad que le daba Asimov a las mujeres en sus relatos, me disgusta profundamente que la de aquí tenga este papel.
Las naciones en el espacio juega con las rivalidades absurdas y tiene una buena moraleja. En cuanto a La sonrisa del Chipper, narra en primera persona una conversación en la que se explica cómo un empresario eligió a un chipper, una persona con la habilidad de influir en las emociones de otras personas. Lástima que, para una vez que vuelve a aparecer una mujer, sea en las condiciones en las que se cuenta.
Por último, Oro es un precioso guiño a los lectores de Asimov. En este relato, un profesional del teatro informatizado recibe la complicada tarea de adaptar a su medio una novela en la que los personajes, unos complejos y muy peculiares entes alienígenas, no son descritos. Un proceso apasionante que se disfruta aún más al caer en la cuenta que la historia que se intenta adaptar ya la hemos leído. Uno no puede evitar reflexionar sobre el trabajo de Isaac Asimov; sinceramente, me pareció una bella despedida de este autor con el que pasé tan buenos momentos.
En conclusión, Adiós a la Tierra es un emotivo reencuentro con un autor al que admiro, y con el que disfruté mucho durante mi adolescencia. No puedo decir que sean sus mejores historias pero, desde luego, no son malas; tocan los temas por los que tanto me gustaba este escritor y retrata con gracia unas cuantas situaciones relacionadas con la labor del escritor. Son entretenidas y disfruté con ellas, me parecieron un último favor al lector y sus referencias a otros trabajos son fantásticas. Si habéis disfrutado con Isaac Asimov, seguro que volveréis a hacerlo una vez más con este libro.
¡Saludos!
Recuerdo también lo que disfruté con la trilogía de Fundación, de Asimov. Creo que después de leer la reseña creo que lo voy a agregar a mi wish-list para reyes jeje. Saludos
ResponderEliminar¡Me alegra saber eso! Espero que pases unos ratos muy agradable con este libro en compañía del gran Asimov ;)
Eliminar¡Un abrazo!