El Catalejo Lacado

 Título: El Catalejo Lacado

Título original: The Amber Spyglass

Autor: Philip Pullman

Género: Fantasía

Año de publicación original: 2000

 Fecha de esta edición: 2007

Editorial: Ediciones B

ISBN: 978-84-666-3625-4
Precedido por: La daga

Saga: La Materia Oscura

444 páginas

Sinopsis de la contracubierta

La terrible guerra que predijeron las brujas es ya inminente. Will es el portador de la Daga, el arma más poderosa de todos los mundos, que debe entregar a Lord Asriel. Pero este peligroso viaje debe emprenderlo sin ayuda, porque Lyra ha desaparecido... 

"Mary sacó el catalejo que llevaba en el bolsillo de la pechera, y al mirar por él vio unas chispas doradas que revoloteaban caprichosamente [...]"

Hubo que esperar un año, pero valió la pena. Compré La daga en una feria de libros de ocasión y, como ya dije en su día, me gustó mucho. Pasé bastante tiempo buscando, siempre que podía, la última parte de la trilogía La Materia Oscura en unas condiciones similares a las del libro anterior y, tras dar mucho la lata a la gente de mi alrededor, a la siguiente edición de esa feria conseguí hacerme con un estupendo ejemplar en tapa dura durante mi última visita a los stands. ¡De hecho, me estaba yendo y lo vi de reojo! ¡Fue una completa casualidad!

Como veis, la historia tuvo un inesperado y afortunado final. Por fin, podría ser yo quien juzgara. La gente que había leído El Catalejo Lacado me había comentado que era el que más le había gustado de los tres, y yo estaba realmente ilusionado. Había disfrutado especialmente con La daga, y tenía muchas ganas de saber cómo concluiría esta historia.

Intentaré ser lo más vago que pueda a la hora de presentar el argumento de la novela, ya que se sitúa en un punto muy avanzado de la trama de la trilogía. Me atreveré a comentar que Will encontrará nuevos compañeros de viaje pero, pese a aparecer nuevos objetivos, seguirá teniendo claras sus prioridades. La batalla contra la Autoridad es inminente, y tanto el bando de Asriel como por el que lucha el Magisterio se están poniendo a punto. De hecho, estos últimos cuentan con un agente que debe evitar que la profecía se cumpla y Lyra sea tentada... a toda costa.

Por otro lado, Mary Malone tiene su propia aventura, que la conducirá a aprender más sobre el Polvo de lo que podría haber imaginado.

El estilo de la narración no ha cambiado, aunque tiene sus peculiaridades: la historia continúa narrándose en pasado y tercera persona pero, esta vez, cada capítulo está introducido por la cita de un escritor. Además, a veces se puede encontrar entre capítulo y capítulo unos extraños pasajes que, poco a poco, van cobrando más sentido.

En esta ocasión, el argumento se reparte entre más personajes que en las novelas anteriores: no solo se observa el desarrollo de Lyra y Will, sino que también comparten protagonismo con la doctora Mary Malone, quien acaba relacionándose con criaturas extraordinarias; además, estas (y alguna que otra más que aparece durante esta historia) cuentan con una existencia razonada.

Aunque hay veces en que las páginas también se centran en otros personajes, no se profundiza tanto en ellos como en los que me mencionado anteriormente o, y esto es bastante interesante, la señora Coulter. Un personaje que hasta ahora parecía la antagonista por excelencia de cara al lector y que, en El Catalejo Lacado, me fue apareciendo más y más interesante conforme fui avanzando la novela. Cada vez está menos claro hacia qué lado se decanta, y forma un dúo estupendo junto a otro personaje del que, lo siento, no os hablaré. Una figura profunda que nunca se sabe cómo va a reaccionar.

Más allá de los detalles concretos de la historia, me gustaría destacar la manera en que se trata el crecimiento de los protagonistas, la transición a la madurez que hacen Lyra y Will durante estas obras y, especialmente, en esta última. Las pruebas a las que se han visto sometidos les han ido cambiando y es innegable que se han ido haciendo mayores. 

Los personajes viven en sus carnes lecciones de la vida que hay que asumir en algún momento: aceptar tanto algunas cosas como la pérdida de otras, el cuestionamiento de hechos que creían tener claros, los sacrificios que a veces hay que hacer; decisiones difíciles que hay que tomar, a pesar de uno...

La manera en que Pullman reelabora algunos credos también es destacable, aunque no me dio esa sensación de gran osadía que sí me pareció observar en La daga. De todas maneras, debo señalar que el escritor hace viajar a sus personajes (y, junto a ellos, al lector) por inquietantes escenarios variados poblados por seres perturbadores (más en algunas situaciones que otras, jeje), aunque algunas veces se puede observar de dónde viene la inspiración. No obstante, en la mayoría de los casos, los mundos que construye y los individuos que lo habitan son completamente originales. Mención especial al detalle con el que crea a los mulefa.

Tampoco faltan emocionantes batallas, aunque alguna es más confusa que otra y el ritmo de la novela a veces me hizo preguntarme si me aproximaba a un momento de gran revelación, el fin de algún pasaje argumental, o no.

Tengo que admitir que no me esperaba unas cuantas de las resoluciones que se llevan a cabo; unas son bastante inesperadas y otras desgarradoras, mientras que alguna hay con sorprendentemente mucha menos magnificiencia de la que podríamos haber imaginado. Pero forma parte del encanto de este libro...

En conclusión, no puedo negar que El Catalejo Lacado es un libro bastante singular; como, de hecho, puede decirse de toda la trilogía. Una trama interesante, a ratos no tan atractiva como la de los otros libros (a mi parecer) pero con conceptos, y en estos quiero no quiero dejar lugar a dudas, muy originales; y buenos personajes en los que se observa una madurez acorde a las experiencias que viven y cuyo proceso da gusto seguir.

Tal vez con unos años menos me habría gustado aún más (porque, pese a que señale algunos puntos que no me gustaron tanto, quiero dejar claro que he disfrutado mucho con la novela), pero tampoco demasiados: pese a que se considere un libro para jóvenes, hay escenas bastante perturbadoras e ideas que no se aprovechan por completo si no se tiene cierta edad, ya que ilustran muy bien algunas tribulaciones a las que hay que hacer frente. Lo que sí que creo con seguridad es que tanto un público de juventud avanzada como adulto será capaz de gozar de esta obra plenamente, en mi opinión.

¡Saludos!