Star Wars - Darth Maul: Hijo de Dathomir

 Título: Star Wars - Darth Maul: Hijo de Dathomir

Título original: Star Wars - Darth Maul: Son of Dathomir

Guion: Jeremy Barlow

Dibujo: Juan Frigeri

Color: Wes Dzioba
Género: Ciencia ficción

Año de publicación original: 2014
Fecha de esta edición: 2015

Editorial: Planeta Cómic

ISBN: 978-84-16090-65-5

Precedido por: The Clone Wars

Saga: Star Wars | The Clone Wars Legacy
Serie: Darth Maul

96 páginas

Color

Sinopsis de la contracubierta

Por mucho que Obi-Wan Kenobi lo cortara por la mitad y su maestro sith —Darth Sidious— renegase de él, Darth Maul no se da por vencido. De hecho, para lo único que ha servido lo que le ha sucedido es para que se ponga como loco y quiera acabar con la galaxia entera. Maul da forma a la Cooperativa de la Sombra —una organización criminal compuesta por los hutts, el Sol Negro, los pykes, los mandalorianos y los aterradores Hermanos de la Noche— y se lanza contra Darth Sidious y sus generales —el conde Dooku y el general Grievous—… ¡y también contra los jedi!

"Ve con cuidado, Maul, la venganza es un juego peligroso... y que nunca has ganado"

Los que lleváis un tiempo por aquí sabéis que no soy precisamente asiduo a los "cómics USA", pero he llegado un punto en el que debo hacer una excepción. Con la compra de Lucasfilm por parte de Disney, no solo la saga galáctica pasó a ser propiedad de la compañía del ratón, sino que, además, la serie The Clone Wars quedó cancelada (en su lugar tuvimos Rebels, que promete llegar mucho más lejos, y trabaja en ella el mismo equipo). Fue entonces cuando decidieron que todo aquello considerado Universo Expandido (novelas, cómics, videojuegos...) dejaría de ser canon, por lo que no entraría en la continuidad oficial (lo rebautizaron como Legends y podría utilizarse este material como fuente de inspiración, pero sus historias no serían tenidas en cuenta; las novelas gráficas que he reseñado con anterioridad entran en ese mismo saco y ya he modificado su etiquetado. Eso sí, os sigo recomendando las divertidas aventuras de Tag y Bink). Además, Marvel sería la compañía editora de los cómics en lugar de Dark Horse. Sin embargo, cuando cancelaron The Clone Wars congelaron la producción de unos cuantos capítulos que iban a formar parte de la sexta temporada de la serie e ideas para futuras temporadas. Por lo tanto, decidieron aprovechar eso para sacar historias en diferentes formatos, todas completamente oficiales: tres de ellas las presentaron en este vídeo, bajo el sello de Legacy.

Como último gesto hacia Dark Horse, el primer cómic canónico de la Era Disney (sí, todo lo que han sacado a partir de entonces en EEUU tiene tanto peso en la continuidad como lo tendría una película de la saga, hablemos de novelas, cómics... a no ser que lo indiquen explícitamente, como Epic Yarns) lo publicó esa editorial, adaptando al papel el arco argumental que continuaba las desventuras de Darth Maul. Personalmente, la historia habría ganado más si hubieran permitido que esta aventura del antiguo Señor Oscuro hubiera sido televisada, pero podría ni siquiera habernos llegado.

Es fácil identificar el arte conceptual presente en la web de Star Wars en el cómic

La manera en que devolvieron a Darth Maul a la galaxia fue un tanto controvertida, después de haberlo dado durante tanto tiempo por muerto. Tal vez no fue la más convincente de todas, pero todo se puede justificar teniendo en cuenta que era aprendiz de quien era, y Darth Sidious no hubiera entrenado a cualquiera que no supiera sobrevivir pese a la adversidad. ¡Y qué adversidad!

Sin embargo, considero que fue un acierto añadirlo a la serie: en el Episodio I no me llamó especialmente la atención, la verdad, pero en The Clone Wars vi un villano interesante y personaje principal de, probablemente, uno de los mejores arcos argumentales de la misma. Los últimos ocho capítulos de la quinta temporada son una delicia, aunque cuatro de ellos conciernen a otros personajes (pero un arco argumental tan bueno o incluso mejor que ese).

En lo que al Lord Sith se refiere, su destino era un misterio ahí: ¿qué planeaba Sidious hacer con él? ¿Por qué dejarlo así? En Hijo de Dathomir lo descubrimos...

Este cómic comienza con Maul prisionero en la cárcel secreta separatista de Stygeon (un mundo que aparece en Rebels, bajo el control del Imperio y otros reclusos), donde Darth Sidious está teniendo una conversación con el Conde Dooku. El maestro Sith, pese a haber elaborado cuidadosamente su plan para dominar la galaxia, es consciente de que hay gente lo suficientemente espabilada como para truncar sus planes. Para evitar esto, sabe que utilizando a Maul como lo está haciendo podrá sacar a la Madre Talzin de su escondite... y acabar con ella, ya que conoce su poder al haber tenido anteriormente tratos con ella.

Pero, poco después, un par de comandos mandalorianos hacen su aparición para permitir la fuga del zabrak. Y las fuerzas separatistas inician la caza...

El guion elaborado por Barlow es entretenido y ameno. Muy correcto aunque, para mi gusto, le falta algo más de espectacularidad. Tal vez sea porque no estoy acostumbrado a estos productos norteamericanos, en que el formato de publicación es de varios cómics (de entre poco más de 40 y 32 páginas) en formato grapa que luego recopilan (como es el caso), pero me da la impresión de que la historia tiene varios empujes mas le falta un despegue definitivo que dejaría una verdadera huella en el lector. No obstante, detalla escaramuzas muy entretenidas, aunque habrían quedado mejor en la pantalla, con música de fondo. En relación a esto, quería comentar el ritmo de la novela gráfica, ya que combina escenas en las que se acelera con otras en la que es más pausado. Tampoco desentona, ya que esta historia trata sobre quién pilla antes al otro; no obstante, me habría gustado que se diera un poco más de tiempo a describir, con detalle, unos cuantos duelos (como el de Grievous contra Maul, que es efímero, o el que consigue aliar a un par de personajes como nunca habríamos imaginado, que en televisión habría tenido mucho potencial). Eso sí, el cómic no se limita a jugar con elementos que ya habíamos visto, sino que ofrece unos cuantos datos sorprendentes que enriquecen el pasado de Maul (ya que todo lo que se conocía hasta que hicieron reboot oficial a todos los productos menos a las dos trilogías, The Clone Wars y Rebels no tiene validez, como he dicho anteriormente). Y un intenso final que, pese a que en la televisión habría quedado muy bien, le da a este cómic más encanto.

Dejando la portada ilustrada por Chris Scalf a un lado, con su peculiar y encantador estilo digital una vez se le conoce (por cierto, es todo un acierto que eligieran esta portada alternativa para el tomo recopilatorio, ya que me parece que refleja mejor que ninguna otra que salió en la colección el espíritu de Hijo de Dathomir), me toca hablar del dibujo de Juan Frigeri. Sus personajes tienen el estilo de las películas, en vez de la animación de la serie, lo cual no me pareció un problema (en ese aspecto, no me habría importado una cosa o la otra); el caso es que han quedado perfectamente reconocibles. Los trazos del dibujante le dan un encanto artesanal, pero mi queja radica en que, pese a haber muy buenos primeros planos, hay otros que representan elementos más alejados realizados con menos elaboración, convertidos en un dibujito poco consistente o rasgos escasamente definidos. Lo cual es una lástima, ya que el resultado podría haber sido otro más prometedor, viendo cómo se las trae Frigeri.

El diseño de los droides de combate que aquí aparecen me llamó la atención, ya que tienen una especie de inscripciones extrañas, aunque más adelante aparecen los modelos que todos conocemos. No tengo del todo claro si es una licencia artística o si se trata realmente de un modelo diferente de droide. Debo añadir que, en algunas ocasiones, los cascos de los soldados clon me parecieron mejorables, ya que en ocasiones parecían el que lucían en el Episodio II.

Eso sí, tengo que hacer una mención especial para la batalla espacial que tiene lugar, que no solo me pareció muy emocionante sino que además me pareció acertado el ritmo que se le daba. Y sorprende ver sangre de manera tan explícita en un producto de Star Wars, en uno de los momentos más siniestros del general Grievous.

Ord Mantell hace su primera aparición canónica en este cómic. Esta es otra escena del arte conceptual presente en Hijo de Dathomir.

En cuanto a los personajes, ya habíamos visto que Maul era un estratega habilidoso e implacable. Proporcionarle el darksaber que había estado utilizando el líder de la Guardia de la Noche hasta hace no mucho lo considero un acierto; ya que, si bien este aprendiz Sith se caracterizó en La amenaza fantasma por tener un sable de doble hoja, no era lo mismo verle con "medio sable de doble hoja" (aunque tampoco me disgustaba, le quedaba bien). Sin embargo, este peculiar sable de oscuridad le aporta mayor personalidad. Eso sí, en este cómic me ha parecido verlo más impetuoso que en la serie, con más prisas a la hora de dar las órdenes y tratar de convencer. Y con algo de sentimiento, a la hora de dirigirse a la Madre Talzin. El pobre exlord Sith ha pasado de estar solo y desamparado a tener gente junto a la que luchar... y preocuparse por ella, parece.

La forma que presenta Madre Talzin ya la habíamos visto, de vez en cuando, durante la cuarta temporada de la serie. Sin embargo, la entenderíamos mejor si el recopilatorio de lo que iba a ser la sexta temporada (The Lost Missions) hubiera llegado ya a España, pues hace su aparición y el contenido sucede cronológicamente antes que este cómic. Aquí parece la contraparte de Sidious, astuta y con un plan para deshacerse de su enemigo, consciente de la inteligencia de este.

Entre los colaboradores de Maul, me gustaría destacar a Rook Kast, una mandaloriana leal y eficiente que sabe cuándo intervenir. Más de uno ha especulado sobre su aspecto y el de su armadura, relacionándolo con cierto personaje de Rebels...

Mientras que el Conde Dooku lo pasa bastante mal aquí al encontrar un rival a su altura, Grievous consigue lucirse ejecutando un plan y no fracasando en el intento, cosa que pocas veces hemos conseguido ver (pero que tienen que haber ocurrido con anterioridad porque, si no, no podríamos explicarnos cómo llegó a ser general). En cuanto a Darth Sidious, vuelve a aparecer en escena físicamente para encargarse personalmente de ciertos asuntos, en una nave espacial que seguro que os suena. Muchas de sus frases no tienen desperdicio, y verlo luchar antes del Episodio III siempre es interesante.

Unos cuantos jedis hacen su aparición, pero no acaparan tanto protagonismo. Solo por algunas escenas habría merecido la pena verlos en pantalla, pero no ha podido ser. Una de los que aparecen ha aparecido únicamente en The Lost Missions, por lo que, quienes no hayáis visto ese material, no os sentiréis tan interesados en su intervención. ¡Que llegue ya!

En conclusión, si sois lectores casuales de cómics de Star Wars, no os recomendaría Hijo de Dathomir, ya que, en realidad, es una extensión de una avanzada serie. En cambio, si sois fans de la saga galáctica y disfrutasteis de The Clone Wars, encontraréis esta novela gráfica muy entretenida y correctamente realizada. Además, satisfará vuestro interés por saber por qué Darth Maul, después de haber dado tanta guerra... no aparece en La venganza de los Sith.

¡Que la Fuerza os acompañe!