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miércoles, 31 de diciembre de 2014

El Juego de los Cementerios

Autora: Clara Peñalver
Género: Policíaca/misterio
Año de publicación: 2014
Editorial: DeBolsillo
ISBN: 978-84-9032-967-2
Precedido por: Cómo matar a una ninfa
Saga: Ada Levy
364 páginas

Sinopsis de la contraportada
Con el caso del Asesino de la Hoguera, Ada Levy aprendió dos cosas sobre sí misma: tiene un talento natural para la investigación criminal y una facilidad innata para buscarse problemas. Su nuevo caso como detective recién titulada promete ser tan o más peligroso. Todo empieza cuando descubre varias tumbas iguales en distintos puntos del país. Todas son de granito verde con ramitos de margaritas en las esquinas y una misteriosa inscripción. Temeraria como es, no puede resistir la ten tación de profanar una de ellas. Lo que encuentra es escalofriante: una pintura y una esclava con la inscripción «Daniel 4/5/1980». El hallazgo está relacionado con la desaparición de siete niños entre 1981 y 1987, y todo apunta a que ha sido obra de un asesino en serie. Mientras intenta recuperar el equilibrio emocional tras todo lo vivido, la perspicaz e intuitiva Ada se empeñará en resolver el rompecabezas antes de que haya un nuevo asesinato...
«El mejor olor, el del pan;
el mejor sabor, el de la sal;
el mejor amor, el de los niños.»

Apenas un año después, tengo que volver a agradecer a Clara Peñalver, y a Penguin Random House, que este libro haya llegado a mis manos.
En mis reseñas siempre esquivo los spoilers pero, de todas maneras, no está de más deciros que El Juego de los Cementerios, pese a que es una novela autoconclusiva y se puede entender como lectura independiente, es un nuevo capítulo en la vida de Ada Levy, también protagonista de Cómo matar a una ninfa, su aventura anterior. A continuación os explicaré cómo, si el libro anterior ya me gustó, este me ha gustado aún más. Clara Peñalver ha pulido su estilo y nos ha ofrecido una novela más... digamos, equilibrada, que me ha dejado buen sabor de boca.
 Una vez más, la historia se nos presenta como un relato que Ada Levy, periodista y con aptitudes para la investigación privada (como ya vimos), escribe para su psicóloga, en parte debido a las experiencias que se narran en este libro, pero también por las que ya vivió en su aventura anterior. En esta ocasión, afronta el desenlace de una relación después de obsesionarse con el caso que nos ocupa: la repetición de unas lápidas de características idénticas en distintos cementerios. Después de una temeridad, Ada acaba ocupándose de un caso que surge a partir de esto: tiene que investigar la desaparición de varios jóvenes en los años ochenta.
 
La narradora sigue expresándose en pasado y primera persona y, de vez en cuando, se hace preguntas (o notas mentales, jeje) a sí misma o se dirige al lector, personificado en la ficción por la figura de la terapeuta de Ada. Algunos de los atractivos de esta historia son que, además de la aventura principal, gracias a la cual conocemos el pasado de algunos (ahora) personajes secundarios, dándoles mayor profundidad, la subtrama de El Juego de los Cementerios también es necesaria para conocer mejor la historia otros. De hecho, a esta subtrama se le da un peso considerable en el libro, y no es para menos, ¡es necesaria para entender mejor el pasado de algunos secundarios muy importantes!
 
Ada Levy, narradora y protagonista, pese a que conserva sus características, arrastra los traumas de su anterior aventura. Aun así, continúa siendo cabezota y, en bastantes ocasiones, imprudente, lo que le ocasiona más de un problema. Además, de nuevo, nos invita a visitar varios puntos de la geografía española (y más allá), aparte de varias localizaciones de Granada.
Me gustaría destacar a algunos secundarios, como Hugo, a quien apenas vimos en Cómo matar a una ninfa, al menos, en comparación con las páginas que ocupa aquí. Me ha gustado mucho el peso que se le ha dado en esta historia, ya que partía en desventaja en comparación con otros personajes que ya tenían su hueco hecho en la vida de Ada Levy, pero ha resultado ser, además de un tipo razonable, un secundario bien construido cuyas intervenciones no han sobrado en ningún momento. Además, la relación que mantiene con Ada me pareció muy bien llevada.
Andrea, inspectora de policía que también hizo algunas apariciones puntuales en la historia anterior, tiene mayor peso aquí. Ese pasado del que hablaba antes, ligado al caso que acaba investigando Ada, es el que le da profundidad y también la convierte en una buena secundaria; así pues, tampoco le afecta ser una (relativamente) recién llegada.
En cuanto a la familia que se ocupa de La Napolitana, aquí descubrimos algunos hechos del pasado que aún desconocíamos, pero que, cómo no, Ada se encarga de investigar en parte. Por otra parte, también se ve cierta evolución incluso en Flor, la encantadora vecina de Ada.

El desenlace, pese a que difiere del visto en Cómo matar a una ninfa, me ha llamado la atención de que el perfil de algún que otro personaje sí que es similar al del libro anterior. Eso sí, me ha divertido cómo la investigación policial explica la resolución de esto.
En conclusión, esta novela es una lectura ligera y entretenida que no cuesta nada leer y avanza a buen ritmo. La parte de investigación de esta historia ofrece un extraño misterio pero no detalla los elementos más desagradables o escabrosos, así que también complacerá a quienes les gustan los enigmas pero no están acostumbrados a las novelas policíacas que solemos ver. El proceso de resolución se va produciendo de manera amena y esto, sumado a las características de los personajes, muestran que Clara Peñalver se ha ido definiendo y ha pulido su estilo (y con esto no quiero decir, ni mucho menos, que lo hiciera mal en su anterior obra... solo que, aquí, ¡lo hace mejor!), con ese resultado "equilibrado" que mencioné al principio, el cual me ha dejado con ganas de saber qué nos ofrecerá la próxima vez. ¡Aquí estaremos para verlo!

¡Feliz Navidad y próspero Año Nuevo! :D